Pues sí, amig@s. Pasamos de un extremo a otro.
Siempre viene bien releer aquellas cosas que nos entusiasmaron de niños. El contraste de lo que viste con lo que ves ahora como adulto puede ser brutal.
A veces.
Con Jan eso no pasa. Sigue transmitiendo lo mismo con la misma fuerza. Casi 40 años después el tiempo sigue dandole la razón. Y eso es porque se trata de un maestro.